martes, 11 de noviembre de 2014

Reflexiones en la Mesa

De cada carrera se obtiene una reflexión, pero hay carreras que nos dan más que otras. Para mí este maratón fue especial por muchas razones, y mis reflexiones son las siguientes:

* Me inscribí a la rifa del maratón en el 2011 cuando llevaba corridos escasos 2-3 medios maratones, y me inscribí por mera curiosidad pues juraba que jamás correría un maratón, además de que la mayoría del club de corredores en el que estaba lo iría a correr. Cuando me enteré de la política de ingreso decidí inscribirme en 2012 "por si acaso" (para ese entonces ya estaba entrenando para el maratón de Austin) y en 2013 me inscribí con la esperanza de no salir en la rifa pues semanas antes correría Chicago. En 2011 no quería correr maratones honestamente porque pensaba que no podría hacerlo, y 4 años después no hubo ni un solo segundo dentro de las 5 horas 42 minutos que hice en Nueva York, en donde pensara que esa carrera no la terminaría.

* Es un verdadero crimen dar el mismo sabor de Gatorade en toda la carrera, no diré más al respecto.

* A mi también me parecía una estupidez pagarle a alguien para que te dijera cuánto correr y en dónde, y peor aún pagarle a alguien para que te "repare" los músculos que el otro demonio te echó a perder en los entrenamientos. Sin embargo, mis otros dos maratones lo he entrenado sola (acompañada de un plan de entrenamiento que compré por internet) y los resultados no han sido los mismos. Durante el recorrido y aún terminando me sentí acompañada por mi entrenador, por el masajista, por la nutrióloga, por todos! Ellos me habían ayudado a llegar ahí y corrían conmigo.

* No sé si volvería a correr este maratón, me pareció todo muy complicado y caro, y la espera en Staten Island fue un infierno para mí. Me quedé con muchas ganas de volver a correr Chicago, pero para mí Nueva York una vez es suficiente.

* Nunca he hecho trabajo de fuerza y aunque me aburre, creo que es útil para correr un maratón. Si me toma 3-4 horas a la semana le daré la oportunidad, total hay que desquitar la mensualidad del gimnasio! Aunque eso implique algunos días tener doble sesión de entrenamiento.

* Con motivo de mi pisotón en el pie me vi obligada a caminar dos semanas enteras sin tacones. La experiencia fue a la vez liberadora y estresante. Es muy difícil mantener una postura erguida sin usar tacones, y mi estatura real nunca me ha convencido del todo; pero entiendo que usar tacones mientras se entrena tiene más efectos negativos que positivos, por lo que es posible que tenga que invertir un poco en flats bonitos para limitar los tacones a los eventos sociales de alta alcurnia.

* Es el maratón que he corrido con más peso sobre mi ser, y eso evidentemente impacta los tiempos y la energía. Me queda claro que mientras siga teniendo sobrepeso no podré correr más rápido ni será posible salir sin panza en las fotos, así que hay que trabajar mucho por ello. Me tocó nacer con un metabolismo poco favorecedor y con un sentido del gusto muy desarrollado, así que tengo que cargar esta cruz toda mi vida. Estoy plenamente convencida de que esto me será recompensado con un cutis sin arrugas en el futuro, pero por lo pronto tendré que pasar un invierno a dieta y tristemente sin tamales. En los siguientes meses tengo que pasar de Barney a Barbie, creo que le cambiaré de nombre a mi blog en ese sentido... =P

1 comentario:

  1. No me preguntes cómo llegué a este post, pero me encantó! Un gran abrazo!

    ResponderBorrar