lunes, 19 de octubre de 2015

I Left my Heart in San Francisco

Amo San Francisco, este viaje, desde antes de la experiencia del medio maratón, me confirmó que es mi ciudad favorita de EEUU, y una de mis favoritas en el mundo. Una vez dicho esto, pueden imaginar que correr en una de mis ciudades favoritas ha sido un inmenso placer.

Todo empezó hace algunos años, cuando una amiga de Monterrey me dijo que "hay un maratón en San Francisco con una ruta tan cabrona, que al final en lugar de medalla te dan un collar Tiffany". Eso fue hace como 6 años, cuando el evento era maratón completo. Nunca pensé en correrlo pues ni la ruta ni el collar me llamaban la atención, además en aquel entonces yo no corría maratones, solo medios y los fáciles.

Pero a principios de este año corrí mi primera carrera de puras mujeres, también organizada por Nike y parte del serial de medios maratones que esa empresa organiza alrededor del mundo. La carrera me gustó, estuvo bien organizada y con una energía femenil que no sonaba a cursi en ningún momento, aunque la ruta era la más difícil que hubiese corrido en cualquier evento, hasta el domingo pasado. Aquí la reseña de ese medio maratón: http://lilianarunning.blogspot.com/2015/04/you-make-me-feel-like-natural-woman.html.

Un día viendo Facebook me di cuenta de que empezaría la rifa para el Nike Women's Half Marathon San Francisco, vi el calendario y me di cuenta que eso sería 3 semanas después de mi maratón. No iba a tener ni vacaciones, ni dinero ni energías, pero me acordé el collar/medalla y decidí inscribirme a la ruta. Un par de semanas después, un correo de Banamex me indicaba que habían hecho un cargo por 200 dólares a mi tarjeta de crédito, en ese momento empecé a ver vuelos y hoteles, estaba dentro...

Mis últimas semanas habían sido un derroche de entusiasmo por el Maratón de Berlín, por lo que me daba hasta flojera correr un medio maratón a escasas 3 semanas de ese suceso y tenía nulas ganas de entrenar distancia. El viaje ya estaba planeado y juré correr/caminar el medio maratón con CERO pretensiones de tiempo. Pensé que en esta carrera "vería correr" a las demás mujeres que la correrían, y que me iba a servir de inspiración para los retos que vinieran enfrente. Fue todo lo contrario...

No había expo, solo entrega de paquetes en donde te daban tu número, 4 clips y una camiseta tipo "tank top", punto.


Un día antes del medio maratón había un trote de preparación, corrimos 2 millas por algunas calles de San Francisco, y me sirvió para comprar en un pequeño stand muchos paquetes de Nuun que no venden en EEUU. Aquí foto con un termo de Nuun, el paraíso hecho bebida:


La mañana del medio maratón me desperté tranquila y con ánimos de disfrutar la ciudad, la ruta y la gente. La carrera se me fue como agua, me pareció pesada porque, aunque no les guste que hablemos de este tema, la mañana del evento descubrí que era "aún más mujer que el resto de los días del mes", qué mala suerte la mía. No solo por la ruta retadora, por pararnos a tomar fotos al menos 10 veces en la ruta, las paradas al baño con los nervios de la regla y el paso todavía de recuperación del maratón, esta ha sido y sin duda será la carrera más lenta de mi vida. Pero como dije arriba, yo quería ver correr y lo que sucedió fue que tomé un paseo por San Francisco corriendo y disfrutando el paisaje.

Sin duda es una carrera a la que, si pudiera, volvería cada año. Me encantó la ruta, la energía de la gente, el reto, la medalla, la camiseta, el termo, ¡todo! Fue una experiencia que refuerza mi gusto por correr y que me hace querer seguir haciéndolo solo para poder volver el año siguiente. 

De verdad, si algún día tienen oportunidad de correr esta carrera no se la pierdan, aquí unas fotos:

 La verdad la altimetría se ve peor de lo que está...
 Con mi papá, que me acompañó al viaje
 Y pues corrí la subidota completa así que me merecía esta foto
 The Golden Gate and I
 I have a Tiffany!!! Por fin una medalla que me puedo llevar a la oficina

Con este evento cierro mi ciclo de entrenamientos y carreras del 2015, seguiré corriendo con paso tranquilo y sin presiones durante algunas semanas, y pronto retomaré la preparación para mi siguiente carrera que es el Medio Maratón de Austin el 14 de febrero de 2016, y voy por 2:15 o menos...

martes, 13 de octubre de 2015

I Should Have Known Better

El domingo pasado sucedieron 2 eventos durante el 21K Regio. Seguro sucedieron más, pero mis redes sociales destacaron dos:

1. Le quitaron el primer lugar de su categoría a la coach Lili Figueroa. Un hombre corrió con el número de una mujer que se había inscrito en la misma categoría que Lili, así que Lili quedó en segundo, cuando en realidad le tocaba el trofeo de primer lugar.
2. Se acabaron los abastecimientos a partir del kilómetro 15-17, en realidad hubo muchas quejas de los abastecimientos pero destaca el hecho que la propia organización del evento asegura que hubo al menos 500 corredores sin número. No es que por esto se hayan terminado los abastecimientos, pero obviamente si hay colados en la carrera habrá menos abastecimientos para los que sí se inscribieron.

Mucha gente se quejó de la organización de esa carrera pero creo que además de eso debemos quejarnos de nosotros mismos, pues hemos dejado de tomarnos en serio las carreras.

Tras mi participación en el Maratón de Berlín (y ver en la expo los stands de otros maratones que tienen la insignia oro), me di cuenta de que el Maratón de la Ciudad de México jamás estará a nivel oro si la organización sigue propiciando y permitiendo varias conductas que no se ven en otras partes del mundo. Esto se refiere a corredores que corren (corremos, me incluyo) la mitad de la ruta, corredores sin número, corredores que toman la medalla sin haber recorrido toda la distancia y así salen exhibiéndose en la revista del maratón. Me podrán decir "es que no se puede comparar Berlín con México", pero no es cierto pues al final de cuentas el objetivo del maratón de México es tener la misma insignia que el de Berlín, así que la comparación es necesaria.

Hace algunos meses había escrito mi opinión sobre algunas de estas conductas (la pueden leer aquí; http://lilianarunning.blogspot.mx/2015/05/la-trampa.html), pero ahora me retracto pues creo que es momento de tomarle seriedad a las carreras. Una carrera no es un entrenamiento, aunque es muy difícil llegar bien preparado, sin lesiones y ánimos a una carrera a la que nos inscribimos 4, 6 u 8 meses atrás, es posible hacerlo, si no ¿cómo es que a Chicago, Nueva York, Berlín y Boston se inscribe la gente con casi un año de anticipación? ¿Por qué no le damos esa misma seriedad al maratón de nuestra ciudad?

No dejemos que la flexibilización que le han dado los organizadores a las carreras en México nos haga perderles el respeto a las mismas, nosotros los corredores somos en parte responsables de que nuestras carreras y maratones sean cada vez mejores.

Después de haberme colado por 32 kilómetros al Maratón de la Ciudad de México, y después de haber visto lo que se requiere en infraestructura y civilidad para llegar a la insignia oro, me arrepiento de haber hecho lo primero. Yo quiero que el maratón de esta ciudad sea insignia oro, y creo que ayudo más a que eso suceda si ocupo un lugar menos en la masa de gente que no correrá la distancia completa, que lo corran los que lo entrenaron, los demás a echar porras o a correr al parque...

¿Quién más se suma a esta causa?

miércoles, 7 de octubre de 2015

Zoo Station

Para alejarme un poquito del tema deportivo, y a solicitud de mi amigo Rodolfo Robles, voy a hacer en esta publicación una pequeña reseña del concierto de U2.

Obviamente la razón principal de nuestro viaje fue el Maratón de Berlín pues desde el año pasado me habían mandado la feliz noticia de que había quedado en la rifa. Sin embargo, como sabíamos que U2 estaría de gira por Europa en esos meses, vimos si sería posible verlos y resultó que el plan era perfecto; el concierto era jueves y viernes, y el maratón el domingo.

Siempre cuando viajamos Joe y yo vemos qué conciertos hay cerca de donde vamos a estar. Esta es la primera vez que tengo suerte con un concierto antes de un maratón, pues un día antes del Maratón de Austin en el 2012 estaban Los Campesinos! en concierto en un bar del centro, y un día antes del Maratón de Nueva York estaría Fleetwood Mac (sí, Fleetwood Mac, leyó bien) cerca de Nueva York.

Había corrido el rumor que U2 ofrecería 2 conciertos diferentes en cada ciudad y que a eso obedecía que todas las fechas eran dobles, así que intentamos conseguir boletos para el jueves y el viernes para no nos perdernos ningún detalle. Nuestros esfuerzos por conseguir boletos para el viernes fueron totalmente en vano, además de que los precios de reventa estaban muy elevados, así que solo iríamos el jueves. Finalmente era falso lo de los conciertos dobles así que no gastamos tanto.

Llegamos a Berlin el día del concierto, comimos y nos fuimos hacia la Arena Mercedez Benz (antes O2). Por poco llegamos tarde pues no encontrábamos taxi. Finalmente el concierto empezó casi una hora después de lo que decía en el boleto, y como no había telonero, empezamos directamente con U2.

El escenario ya lo conocen, en la parte de atrás es un escenario común y corriente con una pasarela larga y una plataforma circular en la parte de enfrente, tiene también una pantalla gigante que proyecta videos hacia los lados. Quienes tienen su lugar frente al escenario o atrás no ven completa la pantalla, tampoco quienes están en cancha pues la pantalla sube y baja y en momentos está muy arriba. Los mejores lugares para ver el concierto son de lado, a la mitad de altura.

Nuestros lugares estaban en la primera fila pero atrás del escenario, así que les vimos el trasero a los 4 integrantes durante todo el concierto, literalmente les estábamos oliendo los pedos. Un par de veces se asomaron Bono, The Edge y Adam Clayon (Larry no por obvias razones) a saludar hacia nuestra sección. Esto puede verse del lado bueno o malo, lo bueno es que nunca los habíamos visto tan cerca y quizás nunca más los podamos ver a esta distancia, lo malo es que solo les vimos las caras un par de veces, no pudimos ver bien todo el show de la pantalla, y parte del concierto fue en la parte del frente que entonces sí nos quedaba muy lejos.

El setlist fue el siguiente (cortesía de setlist.fm):
  1. People Have the Power 
    (Patti Smith song)
  2. (with "Do You Remember Rock 'n' Roll Radio" snippet)
  3. (acoustic without final verse,… more )
  4. (with "Psalm 23" snippet)
  5. The Fly 
    (Remix)
  6. (Fish out of Water Remix)
  7. (First time live since 2006)
  8. (with "Burning Down the House" snippet)
  9. (restarted due to Bono and The… more )
  10. (with "Ode to Joy" & "19" snippet)
  11. (second part of song, with synthesizers)
  12. (with "California (There Is No… more )
  13. Encore:
  14. (with Stephen Hawking speech intro)
  15. (with "Ultraviolet (Light My Way)" snippet)
  16. One 
    (Preceded by 'Mother and Child… more )
Ningún concierto de U2 es perfecto, al ser la banda más popular del mundo es prácticamente imposible estar en un lugar donde el concierto sea 100% disfrutable, sin pagar miles de pesos. Sin embargo, me gustó mucho el concierto, el setlist me pareció bien, y siempre será un placer verlos tocar en vivo.

Por lo que entendí, el concierto empieza en la habitación de un adolescente que, tras escuchar a The Ramones, empieza a experimentar con su música hasta ser la banda que ahora son. Quizás Vertigo se concibió como idea en ese entonces y es por eso que es la tercera canción del setlist, o tal vez lo único que Bono sentía en ese entones era vértigo, quien sabe.

Conforme avanza el concierto, se puede ir viendo una evolución, no tanto en la música sino en el crecimiento de U2 como banda, hasta llegar a Until the End of the World y varias otras canciones de Achtung Baby, su obra maestra. Solo quienes no conocen realmente a U2 pueden decir que fue un mal concierto, pues no hay forma de que así lo sea si cantaron 5 canciones de Achtung Baby.

Al final, y tras la difusión de la causa social del momento (no con tanto punch como en otras ocasiones, aunque ahí les encargo si en lugar de Siria hubieran puesto las fotos de los 43, "vivos se los llevaron, vivos los queremos"), llegamos a 6 de sus mejores canciones, las que los han hecho U2, tocadas en un escenario que ni gira, ni tiene un limón, ni una pasarela de corazón, ni parece un cohete espacial, era solo U2 siendo una banda más, dando a entender que al final, a pesar de ser la banda más popular del planeta, no siguen siendo mas que una banda de rock/pop.

Mucha gente se ha quejado de que el setlist no ha sido el mejor de U2, de que la energía de la banda ya no es la de antes, y de que se les ve y siente cansados. Es evidente que los señores estén cansados si ya están rozando su sexta década de vida. Tampoco ayuda que los europeos son mucho menos efusivos que los latinos, y que los precios de los boletos eran muy elevados por lo que las expectativas eran muy altas (con esos precios mas les valía cantar Bad, Miracle Drug, The Troubles, Kite y Stay); pero lo que sí es que disfrutamos muchísimo el concierto, vaya, hasta One me gustó...

No cantaron las 2 canciones que más me gustan del nuevo disco, Volcano y The Troubles. Regresando a México las buscamos en You Tube para al menos verlas en vivo por ese medio, y la realidad es que no prenden nada, así que veo justificación en dejarlas fuera del setlist.

Un par de días después, en el maratón, con mucha alegría escuché las 3 o 4 canciones de U2 que traigo en mi playlist, incluyendo Pride, la que a mi gusto fue la mejor del concierto...

lunes, 5 de octubre de 2015

Keep the Car Running

Llevo varios días pensando en cómo escribir esta publicación, ya que se supone que deberían ser tanto mis reflexiones del Maratón de Berlín, como las razones por las cuales he decidido no correr otro maratón en algunos años. Primero quise escribir una serie de bullets de lo que había pasado por mi mente y por mi cuerpo durante el maratón; después pensé en hacer una guía para correr y no correr un maratón, pero ninguna de las ideas ha cuajado. Así que lo haré a la antigüita...

El Maratón de Berlín estuvo cargado de un toque de mala suerte por todos lados: se me rompió el cinturón de los geles y tuve que comprar otro 2 días antes del maratón, incluyendo un cinturón para el número que terminó molestándome toda la carrera; se me olvidó el chip en el hotel y tuve que regresar caminando por el; los audífonos nuevos que tuve que comprar porque los anteriores se me echaron a perder me lastimaban los oídos. Estas cosas parecen irrelevantes, pero cuando llevas meses pensando en lo que sucederá esa mañana del maratón, las cosas se maximizan y cualquier situación parece ser una enorme tragedia. ¿Cómo iba a ser capaz de terminar mi maratón sin el cinturón para el número? ¿De verdad pensaban que iba a pegarme el número a la camiseta con 4 seguritos?

Pero nada pudo apagar mis ganas por terminar el maratón, haber tenido antes 2 carreras desastrosas ayudó muchísimo y creo que ese es uno de los grandes aprendizajes: tener una mala carrera lejos de restar y mermar el entusiasmo, debe sumar.

Otra cosa que logré entender en esta carrera es que no se puede controlar todo, y más bien, sin hacerlo las cosas salen aún mejor. Cuando corrí Nueva York me obsesionaba todo, que si me cortaría o no el pelo, que si me tendría que pintar las uñas de los pies, que si ensayaría mi desayuno (avena con agua de la cafetera) desde semanas antes. Para este maratón ni me agobié ni me preocupé, por eso es que no lo sentí jamás como un maratón, ni a partir del kilómetro 32 fue así. Obviamente dolió y me cansé, me cansé mucho entre los kilómetros 38 y 41, pero era el mismo cansancio que sentí del kilómetro 7.5 al 9.5 en mi primer 10K, y convencida estaba y sigo estando convencida de que no va a ser la última vez en que voy a sentir ese cansancio.

Sin embargo, meses antes del maratón decidí que, como llevo 4 años seguidos corriendo maratón, este sería el último de la "primera temporada"; me tomaría un break para mejorar tiempos, descansar, nadar, correr mi mejor 10K y demás cosas, y posteriormente podría hacer una "segunda temporada" de maratones, quizás ya en mis cuarentas (que como repito, faltan muuuuuchos años).

Tendría que haber una razón para esto, pues nadie deja de correr de la noche a la mañana, pero lo que no había pensado es que no correr maratones no es dejar de correr.

No correr maratones implica no volver a pasar por el suplicio de 2 o 3 entrenamientos de 30 kilómetros o más, pero no es dejar de ir a los entrenamientos, ni dejar la adrenalina de una línea de salida, ni dejar de consumir nuun, ni tirarse a la pereza, ni dejar de escribir en este blog, ni tirar los tenis a la basura.

Muchas veces hemos leído que no tenemos que correr un maratón para ser corredores, pero una vez que cruzas esa meta sientes que cualquier cosa que mida menos de 42 kilómetros con 195 metros no es suficiente. Quizás sea un bicho raro pero yo hoy no lo siento así, creo que alejarme del señor maratón me tendrá muchas cosas buenas, y al menos el año quentra podré hacer unas vacaciones que no impliquen irme a dormir la noche del sábado a las 9 de la noche, ni dejar de tomarme otra copita de vino o comerme el mejor steak de la ciudad.

El maratón (este y los otros 3 que ya había corrido) me ha dejado muchas cosas pero sobre todo me ha dado una confianza en mí misma que jamás pensé encontrar. Inconscientemente dejarlo me hace pensar que esa confianza se va a ir, pero no tiene por que ser así. Yo soy quien debe tener la confianza suficiente como para correr un maratón, no que el maratón me dé confianza a mí.

Puede ser que esta publicación sea superada en unos meses cuando con mucha alegría les informe mi decisión de haberme escrito a otro maratón; pero solo espero que esa decisión no sea por sentir que mi valor como corredora haya decrecido por no tener ese objetivo en el calendario.

Hacer que me sienta cada día más y mejor corredora lejos de los 42 kilómetros, será entonces el mejor aprendizaje que me pueda dar el maratón, estaré al pendiente de ello.

Y volveré al maratón, claro que volveré, pero con piernas nuevas y más fuertes para lograr no un sub-5 horas sino quizás un sub-4 o lo que venga enfrente.

¡A entrenar que se ocupa!

P.D. Por si no se han dado cuenta, todas las publicaciones llevan por título el nombre de una canción, pero esta en especial comparte su nombre con mi playlist para correr, así que su título es doblemente especial.