lunes, 22 de septiembre de 2014

Bajo tu Pisada

FALTAN 41 DÍAS PARA EL MARATÓN DE NUEVA YORK, y a mi solo me faltan 3 largas! Que emoción, ya se va acercando la fecha!

Sin embargo, hoy no quiero hablar de mis hazañas del fin de semana, ni de lo que descubrí de mí misma y de los demás en mi carrera larga de ayer.

Desafortunadamente, este fin de semana fue muy triste para la comunidad corredora y triatleta. Primero, hubo un accidente en Monterrey en donde un conductor ebrio arrolló a un grupo de ciclistas que se encontraban rodando en la Huasteca, una ciclista murió y otros varios continúan graves. Después, en el 70.3 de Cozumel que fue ayer, una persona falleció de un infarto.

No pretendo meterme en el discurso ya bastante trillado de no manejar bajo los efectos del alcohol, eso lo sabemos todos y sobre la conciencia del conductor quedará haber tenido tan mala suerte. Dicen que era tránsito, un servidor público, eso da todavía más vergüenza...

Cuando pasan este tipo de cosas, lo que más me entristece es saber que esas personas dedicaron la mayoría de su tiempo libre a hacer lo que más les gusta, y no se si para bien o para mal se fueron de este mundo haciendo precisamente eso. Sé que decir "pero murió haciendo lo que más le gusta" es consuelo de tontos, una muerte nunca conforta, ni las circunstancias que la rodean. ¿Lo merecían? No, nadie merece irse de aquí prematuramente, solo Dios sabe por qué nos pone en esa posición, y espero que Dios conceda fortaleza y fe a los familiares y amigos de los fallecidos, para entender su muerte.

Otros podrán pensar "por eso yo no corro", "rodar es peligroso", "corro menos peligro sentado en la sala de mi casa", miles de justificaciones para no hacerse sentir mal por no tener una vida saludable. ¿Realmente se corre más riesgo siendo sedentario que teniendo hábitos, digamos, audaces? Creo que ni la una ni la otra nos exenta de tener riesgos en nuestra salud, lo único necesario es cuidarse, checarse, medirse, no dejarnos llevar por los excesos (aunque es mucho más fácil caer en los excesos siendo sedentario que siendo activo, pero ese es otro tema).

La realidad es que miles de personas hacen triatlones, y son atletas de alto rendimiento, de medio pelo, o solamente hacen las competencias por convivir. Todos estamos expuestos a riesgos, los que corremos porque lo hacemos por las calles, o de noche, o en lugares en donde nos podemos perder, o peor aún, de caernos vergonzosamente de la caminadora; los que ruedan porque corren peligro de ser atropellados, de que el líder del pelotón se caiga y ocasione carambola; los que nadan...¿estarán expuestos a algo que no sea una lesión en la espalda? No lo se pero a todos nos toca un pedacito de riesgo, y creo que en cierta forma eso hace nuestro hobby un poco más interesante.

Hoy simplemente mi corazón se entristece por estas situaciones...pude haber sido yo, o una de mis amigas triatletas, o alguien de mi club de corredores, o un completo desconocido, pero se fueron dos vidas, haciendo lo mismo que yo hago...

Nadie entiende los caminos del Señor, quizás necesitaba dos triatletas en su equipo y por eso se las llevó, para seguir completando triatlones en el cielo...descansen en paz...

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