lunes, 19 de enero de 2015

#BlueMonday

Las redes sociales son un monstruo de mil cabezas. Un lunes cualquiera, a media mañana abro una de ellas y me encuentro con que hoy es el día más triste del año, Blue Monday le llaman. ¿Por qué Blue Monday? Pues simplemente porque ya pasó la euforia de la navidad, hace frío, empieza realmente la cuesta de enero (empiezan las fechas de corte de las tarjetas de crédito y hay que pagarlas, o ver cómo pagarlas), nadie pero NADIE NADIE ha cumplido con sus propósitos de año nuevo, y es lunes.

Después de leer varias publicaciones al respecto empecé a pensar si tendrían razón, ¿es verdad que es deprimente vivir el tercer lunes por estas razones o cualquier otra que se le asemeje? Peor aún, ¿debemos dejarnos deprimir por una tendencia que leemos en nuestras redes sociales?

Sí es verdad que el mes de enero es difícil de sobrellevar después de que el mes de diciembre esté lleno de euforia, abrazos, regalos y toda la buena vibra del mundo, pero al final de cuentas enero sigue siendo 1/12 parte del año que no debemos desperdiciar con pensamientos negativos.

Yo no me dejé entristecer por esta ola mediática de tener un día deprimente. Sí estoy sufriendo la cuesta de enero, sí tengo frío, sí me cuestan un poco más de trabajo los lunes que el resto de los días, pero me rehúso totalmente a dejarme llevar por los sentimientos negativos que lea en mis redes sociales.

Lo mismo me pasó con el Lupe-Reyes, durante diciembre (y los primeros días de enero) me encontré con miles de publicaciones que esperaban con ansias la terminación del Lupe-Reyes para volver al camino del bien y dejar de comer; entre estas publicaciones estaban los típicos chistes que decían que una vez comiendo la rosca de reyes (o peor, los que siguen esperando los tamales del 2 de febrero) retomamos la dieta, otro que decretaba el inicio del periodo de engorda diciendo "engorden perras", y el típico de la foto de la sirenita flaca el 11 de diciembre y la sirenita gorda el 6 de enero. Muchas publicaciones, unas bastante chistosas y otras simplemente patéticas, pero las redes sociales nos hicieron ver que lo correcto era echar a perder todos los esfuerzos por bajar de peso durante el 2014 (o perder hasta la salud) para comer hasta el cansancio y hasta el último momento, como si todo fuera a cambiar mágicamente después de las 11:59 de la noche del día 6 de enero.

¿De verdad a estas personas no les pasó por la cabeza pensar que puedes seguir comiendo de forma normal durante el Lupe-Reyes, y comer en porciones razonables (asumo que esta palabra no será muy popular) la cena de las posadas, el pavo en navidad, la rosca de reyes y los tamales del recalentado?  Lo hacemos porque nos encanta el reconocimiento social y durante ese periodo, el mejor reconocimiento social es decirle a la gente cuánto hemos comido, cuántos kilos vamos a ganar en 25 días y cómo le vamos a hacer para bajarlos a partir del 7 de enero.

Ojalá como las publicaciones del Lupe-Reyes y las de hoy que hacen honor a que debemos deprimirnos el tercer lunes del año (qué estupidez deprimirse por vivir el hoy), después hagamos tendencia un hashtag que promueva la salud, vivir una vida activa, estar de buen humor. En mi opinión las redes sociales necesitan un toque de optimismo, quizás poco a poco vayamos cambiándolas, pero por lo pronto me rehúso a terminar el día de hoy con el ceño fruncido.

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