jueves, 4 de junio de 2015

Do You Want It All?

De todo lo que implica correr, lo que más me cuesta trabajo es tener que sacrificar tiempo con mis amigos para poder levantarme temprano y cumplir con los entrenamientos. Por dejar de decirlo elegantemente, me cuesta mucho trabajo dejar la fiesta y muchas veces he sido víctima de ésta y he bajado la intensidad o perdido algún entrenamiento.

En una ciudad como el Distrito Federal, donde la vida social es constante, de carrera larga y generalmente empieza tarde, es aún más difícil cumplir con ambos "amos"; sin embargo soy firme creyente de que se puede encontrar un equilibrio, pero ¿siempre? ¿y esto qué implica?

En las etapas bajas del entrenamiento, implica planear eventos sociales de día, o tener que irse a las 10 de la noche o antes. También implica escoger a qué eventos sociales podemos ir y a cuáles no, pues aunque me encantaría celebrar todos los cumpleaños de mis amigos no siempre es posible. Implica ser firme y decir "por más que me insistas ya me voy", y así hacerlo.

Por otro lado, también implica no correr todas las carreras que hay y ajustar inteligentemente los tiempos de entrenamiento.

En este tiempo que llevo haciendo mi entrenamiento "propedéutico" para el Maratón de Berlín, me he dado cuenta que de haberle aflojado no estaría en buena (no excelente, solo buena) forma para poder empezar con el entrenamiento formal, por lo que entonces creo que si quiero buenos resultados no puedo tomarme los entrenamientos con poca seriedad; sin embargo tampoco me arrepiento de no haberlos considerado como mi prioridad número uno, pues estoy segura que de haberlo hecho así no tendría ahora energías ni ánimos suficientes.

A partir del lunes 8 de junio empiezan 16 semanas en las que prácticamente sí tendré que desaparecerme de la vida social para dedicarle (casi) todo a este maratón que tantas ilusiones me da, por eso es que tendré que cambiar mis prioridades radicalmente.

Se puede y debe existir un equilibrio, el mío así ha sido: malabareando entrenamientos y eventos sociales durante los primeros 5 meses del año, para después dedicarle 4 a mi cuarto maratón. Me espera Berlín, me espera U2, me esperan 4 meses muy emocionantes.

Por lo pronto, de hoy al lunes, continuamos con las últimas lecciones del "propedéutico"...

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