miércoles, 30 de septiembre de 2015

Time of my Life

¡Qué gran maratón el maratón de Berlín! Tengo tantísimo que contar pero no quiero ni hacer una publicación excesivamente larga, ni tampoco hacer varias, así que trataré de resumirlo.

Mi viaje fue así (haré referencia al dolor de pies, para efectos de la reseña del maratón):

Viernes 18: vuelo nocturno a París. Logré dormir en el avión, aunque incómodo. Dolor de pies: cero; dolor de pompis: alto.
Sábado 19: llegada a París, cena y a dormir. Dolor de pies: ligero.
Domingo 20: visita a Versalles, Orsay y paseo hasta Notre Dame. Dolor de pies: inaguantable, como nunca antes en la vida.

Lunes 21: 6.5 kilómetros en el Jardín de Luxemburgo, visita a Montmarte y por la noche cena, paseo y Moulin Rouge. Dolor de pies de medio a medio alto.


Martes 22: vuelo a Praga, paseo por la plaza central. Dolor de pies: medio.

Miércoles 23: 5 kilómetros en Praga, paseo en camión hasta el castillo, caminata de regreso. Dolor de pies: alto, casi inaguantable.

Jueves 24: tren a Berlín, concierto de U2. Dolor de pies: medio a medio alto.

Viernes 25: visita a la expo, evento en la Embajada de México en Berlín, cena. Dolor de pies: alto, casi inaguantable (sobre todo en el evento de la Embajada, en donde nos tuvieron parados casi 2 horas). ¡Resulta que hay unas alas iguales a las de Reforma, a un costado de la Embajada de México!


Sábado 26: trote ligero para conocer la meta, paseo por turibus, comida/cena, a dormir. Dolor de pies: medio a medio alto. Aquí ya mi outfit listo para la carrera (menos el chip jajaja):


Domingo 27: 42 BMW Berlin Marathon!!!! Dolor de pies: inaguantable, sobre todo tras haber olvidado el chip en el hotel y tener que ir por el antes de empezar a correr 42.195 kms.

Lunes 28: paseo por Berlín y tour en barco. Dolor de pies: medio; dolor de piernas: medio; capacidad para bajar escaleras: baja. Esta soy yo con cara de risa y pesar de tener que bajar escaleras para ir al baño:

Martes 29: vuelo a México. Dolor de pies: cero; dolor de pompis: alto.

Pero hablemos del maratón. Este ha sido por mucho mi mejor maratón, y de las carreras que más he gozado. Me quedé lejos de mi objetivo, lejos del sub-5 horas y a minutos de mi RP, pero no me importó. Comenzar un maratón con dolor de pies y con ya 10,000 pasos encima tendría un precio, sabía que lo tendría que pagar y podría o frustrarme y buscar explicaciones, o disfrutar la carrera. Decidí hacer lo segundo.

Los primeros 10 kilómetros se me fueron muy rápido, sin sufrir, y con muchas expectativas de lo que nos depararía la ruta. 

Del kilómetro 15 al 21 empezaron los problemas, mis pies empezaban a arder del dolor (literalmente a arder, jamás había sentido un dolor similar) y mi preocupación es que todavía faltaba más de la mitad. En el kilómetro 21 encontré a Joe y mis amigos y al preguntarme cómo iba les dije que mal, que me dolían demasiado los pies y que sí acabaría el maratón pero lo haría mal. Sin embargo, después de pasarlos y tras comer el gel Accel que me tocaba, me entró un segundo aire; pensé que los 21 kilómetros era la distancia que más había entrenado y en la que me siento más cómoda, ya llevo en lo que va del año 5 carreras de 21 kilómetros y, como recordarán, 2 de ellas han sido horrorosas y las he podido superar, así que esas terribles experiencias fueron lo que me sacaron adelante en este maratón.

A partir de ahí empecé a pensar en las personas que me han acompañado a lo largo de mis años de corredora, quienes se encontraban ese día recorriendo el mismo camino que yo, mis amigos que corrían y dejaron de correr por razones que nadie entiende, mis amigos que empezaron trotando conmigo en los entrenamientos y ahora son super ironmans, mis amigos que aún tienen su maratón en las siguientes semanas del año, mis entrenadores, la nutrióloga con la que dejé de ir porque me prohibió comer queso, mi amiga Lorena que fue la primera que me invitó a correr, mis papás y hermano por animarme en cada carrera, Joe por apoyarme incondicionalmente en esta y otras locuras y aguantar mis abrazos sudorosos y mi mal humor cuando entreno mal, y finalmente, en mí. 

Decidí dedicarme a mí este maratón, pues yo fui la que aprendí con este maratón a levantarme a las 5:15 de la mañana para ir a correr con los pelos parados y apenas despierta, yo fui la que dejó de comer carne roja por varias semanas para comer poca grasa y así fuera más fácil llenarme de pescado, yo fui la que decidió empezar a correr un día de la noche a la mañana, y yo que soy más lenta que una tortuga tenía que sacar adelante un maratón con ardor de pies, YO IBA A TERMINAR FELIZ EL MARATÓN DE BERLÍN, no había vuelta atrás.

Así nunca apareció la pared, llegando al kilómetro 32 decidí disfrutar los últimos 10 kilómetros de lo que sería mi último maratón en algunos años, me lo tomaría con la misma ilusión y felicidad como lo hice en mi primer 10K en el 2008, en el cual también caminé, también me cansé, pero también sonreí en la meta.

En el kilómetro 37 estarían de nuevo Joe y mis amigos, Narem (quien vive en Berlín y junto con su esposa fueron nuestros anfitriones) me acompañó 1 kilómetro y medio que me parecieron 4, no paraba de preguntarme cómo iba, si necesitaba agua, si todo iba bien. Él sabe que se lo agradezco muchísimo, pero estoy segura que esos 1500 metros movieron algo dentro de él, pues ayer recibimos un mensaje diciendo que ya estaba inscrito para el medio maratón de Berlín del año quentra. Les garantizo desde ahora que no pasa del 2017 en hacer su primer maratón.

En el kilómetro 40 me empecé a sentir ahora sí realmente fatigada, caminé escasos 100 metros y le seguí. Me esperaba enfrente la Puerta de Brandenburgo y por fin tendría, como varios de mis amigos, aquella foto corriendo con la puerta de fondo. Ya quería tener esa foto, y pensé en todo lo que tuve que hacer para tener una foto así.

En el kilómetro 41 saqué la bandera de México que traía guardada en mi cinturón, por lo que literalmente corrí el último kilómetro acompañada de mi país. Crucé la meta feliz, en 5 horas y 32 minutos, aunque inmediatamente después de recibir la medalla tuve que sentarme un buen rato para que se me pasara el ardor de los pies.

Mañana retomaré los entrenamientos pues el 18 de octubre tengo un medio maratón más antes de que termine el año. No solo por eso lo haré, sino porque es la primera vez de las 4 que llevo, que a 3 días del maratón me muero por volver a entrenar y a hacerlo todo, hasta las series de 1000 y las de 200 que tanto me cuestan.

Por razones que en mi siguiente publicación les comentaré, no pretendo correr otro maratón en algunos varios años, pero algo increíble pasó el 27 de septiembre del 2015: recuperé la felicidad de correr solo por correr, y en eso sí me llevo un RP que me sabe a gloria.


Y aquí la tan esperada foto con la Puerta de Brandenburgo, por fin es mía:





1 comentario:

  1. Tengo un lio con tu blog y es que el feeder no me deja comentar porque borra lo que escribo cuando no le dio Notificarme! Tonces decido comentar después y se me pasan los días.
    Te cuento que yo me lloré tu maratón. Cuando dijiste que con este maratón aprendiste a levantarte a las 5:15 para ir a los entrenos del grupo. Lili, esas desmañaneadas tuyas para mi eran un ánimo enorme a levantarme a nadar para estar en el gym a las 5 am. I hated it! Me cuesta mucho hacer eso y no sé por qué si yo me paro todos los días a las 6 am. El caso es que ver que tú lo hacías y ver que te costaba trabajo para mi fue muy valioso.
    Lo otro es el trayecto que corriste con Narem. Yo me senti ahí corriendo con él y sintiendo esa motivación y esa fuerza que le debiste transmitir. Ah cosas de locos que transmite la escritura.
    Para mi es triste que decidas no correr más maratones por un tiempo, no sé por qué, pero te entiendo totalmente. Comprendo tu necesidad de fortalecer tu cuerpo para mejorar los tiempos en distancias más cortas. Lo mejor de todo es que sé que lo haces porque quieres volver a correr una maratón siendo una corredora más sólida. En cierta forma veo que eres tan rigurosa y cuidadosa con los entrenamientos como yo. Es chistoso verme en ese espejo.
    En fin, es una falla que no haya logrado conseguir cupo en SF. Tengo ganas de pegarme la rodadita para ir a conocerte jijiji
    Abrazos!!!

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