miércoles, 9 de septiembre de 2015

Different People

Hace tiempo leí este artículo: http://www.entrepreneur.com/article/245224?utm_content=buffer14f93&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer.

En su momento me gustó pero ahora lo quiero retomar, pues en los recordatorios del Facebook apareció una publicación que puse hace 2 años que dice así: "7 dias sin pisar el asfalto...Dios me bendiga mañana en mis 32K, y que Dios perdone en su entera misericordia a quienes no me dejaron entrenar durante la semana, porque yo no lo hare...".

En aquel entonces mi trabajo no me dejaba con tiempo ni energías entrenar. Tenía mucha presión y el ambiente laboral no era el que yo estaba buscando. El punto de quiebre no fue cuando hice casi 6 horas en mi maratón de Chicago por falta de entrenamiento, sino cuando me empezó a dar una gastritis que no me permitía comer piña, sí piña, uno de mis 3 alimentos favoritos. Podría hacer 7 horas en un maratón pero no dejar de comer piña, eso era no negociable.

Cuando dejé ese trabajo decidí que mi entrenamiento jamás podría dejar de ser una prioridad. No me lo tomen a mal, no significa que para mí sea más importante entrenar que trabajar, ni que descuidaré mi profesión por salirme a correr; pero sí que no puedo dejar de tomarle importancia al entrenamiento, manejando mis tiempos de la mejor manera posible para poder cumplir bien con las dos cosas.

Con esto tampoco quiero decir que estoy obsesionada con mejorar tiempos y distancias, sino que adoptar un estilo de vida saludable me ha traído muchos beneficios que no quiero perder, y si no hago ejercicio por causas ajenas a mi voluntad estoy de mal humor, y si estoy de mal humor no trabajo bien ni soy eficiente, así que es un círculo vicioso.

La semana pasada viendo videos de TED en español encontré el siguiente: https://www.youtube.com/watch?v=Ljj0-FlqQnc. Pensé que hablaría más de la actividad física, pero más bien parece un video promocional para un tipo de gimnasio "cómico-mágico-musical" que hace que las personas no piensen que están haciendo ejercicio sino jugando. ¿Por qué digo esto? Porque he tenido muchas pláticas con gente que odia correr pero ama hacer yoga o crossfit, actividades que yo ni en defensa propia haría.

Muchas veces he intentado convencer a más de uno que empiece a correr y no ha dado resultado, y seguramente más de uno ha intentado -sin que yo me dé cuenta- convencerme de que el crossfit es mejor que la piña, lo cual tampoco ha dado resultado y dudo mucho que suceda. El chiste es encontrar el deporte o actividad física que más nos guste, para mí es correr y no pienso dejar de hacerlo en mucho tiempo (Dios y rodillas mediante), ¿y para ti?

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