¡Hola! ¡Ya empezó el año! Siempre he odiado tener que cumplir con el protocolo de desear feliz año hasta entrado el mes de febrero, así que solo lo diré una vez más: ¡Feliz Año Nuevo!
En mi entrada pasada conté que correría la Carrera San Silvestre, pero desafortunadamente un ataque de tos una noche antes de la carrera hizo que me quedara como novia de rancho: vestida (bueno, con carga de carbohidratos hecha, el número en el cinturón, el garmin cargado y la ropa lista) y alborotada. Decidí no terminar el 2015 corriendo para no empezar el 2016 enferma, y por fortuna la tos cedió.
Estamos a día 7 y ya tengo algunos pequeñísimos avances en lo que respecta al entrenamiento. Primero, borré mi calendario de correr de 2015; la realidad es que nunca lo terminé de llenar porque regresando de San Francisco prácticamente dejé de entrenar y las poquitas veces que lo hice ya ni la molestia me tomé de apuntarlas, así que lo estoy empezando desde cero.
Al día de hoy ya llevo 3 entrenamientos: uno de 6 kilómetros, otro de 40 minutos de bicicleta y otro de casi 5 kilómetros. Es muy difícil retomar la condición una vez perdida, pero a finales de este mes estaré nuevamente lista para correr 10 y 15 kilómetros.
Con el maratón Guadalupe-Reyes oficialmente concluido, he decidido volver a ponerme a dieta, por enésima vez y DE UNA VEZ POR TODAS. Creo que esto será lo más difícil de mi año, pues a mi mente no le ha llegado la noticia de que ya se terminó la época de la comilona sin control. Lejos veo que se me antojen unas zanahorias en lugar de cacahuates y gelatina en lugar de chocolates, pero confío en que ese día pronto llegará.
Otra noticia relevante de inicio de año es que por cuestiones laborales no podré hacer mi viaje a Austin para correr el Medio Maratón. La mayor tragedia no es perder la inscripción ni tener que posponer los vuelos, sino que había quedado de correr con mi mejor amiga de la maestría; ahora va a tener que poner ella sola el nombre de "Mexicans in America" muy en alto, y estoy segura que lo logrará.
La consecuencia de esto es que entonces ya no tengo una carrera enfrente, una buena opción es el Medio Maratón Rock and Roll en el DF, pero no soy muy fan de las carreras nocturnas, y menos siendo ésta de una distancia considerable, además de que la carrera hay que pagarla en dólares y el tipo de cambio no ayuda (¡con eso mejor me inscribo al combo de maratones de la Ciudad de México hasta el 2018!).
Como tengo que ahorrar, este año viajar a otra ciudad para hacer una carrera no es opción para mí, así que me tendré que conformar con la oferta de medios maratones que tenga la Ciudad de México. Si no me animo para el Rock and Roll, esperaré a ver si hay de nuevo Medio Maratón de Nike Women, o ya de plano esperar hasta julio el Medio Maratón de la Ciudad de México.
Este va a ser un gran año, y espero mantenerme motivada hasta el mismísimo 31 de diciembre. Está en mí que suceda...
¡A entrenar que se ocupa!
On the Run
jueves, 7 de enero de 2016
martes, 29 de diciembre de 2015
Thank You
Pues se acabó el 2015, un año muy diferente a los demás en el que gracias a Dios tuve la oportunidad de pisar asfalto y caminadoras en muchas ciudades diferentes.
Mi propósito para el 2015 fue correr el Maratón de Berlín en 4:30 horas o menos, y aunque hice una hora más de mi objetivo, no me arrepiento de todo lo que viví y logré en este año.
Este año fue de muchos viajes, personales, laborales y alguno que otro para correr. Corrí en la Ciudad de México, Monterrey, Torreón, Mexicali, Nuevo Laredo, Atlanta, Austin, San Francisco, Paris, Praga y Berlín. No quiero hacer la cuenta de cuántos kilómetros corrí porque seguramente serán menos de lo que debí haber corrido para lograr marcas satisfactorias en todas las carreras, pero les aseguro que tampoco fueron pocos.
Por otro lado, 2 fueron las carreras que más me gustaron: el 21K tarahumara y el medio maratón Nike de San Francisco. Desafortunadamente no podré repetir en 2016 ninguna de las dos carreras, pero se queda pendiente el 21K tarahumara para el 2017, y el medio maratón Nike cuando la franquicia vuelva a San Francisco (ver comunicado aquí: http://www.runnersworld.com/races/nike-womens-half-marathon-series-drops-san-francisco-race-for-2016?cid=soc_Runner%27s%20World%20-%20RunnersWorld_FBPAGE_Runner%E2%80%99s%20World__News_Races).
Los últimos meses de este año mi ánimo se desinfló, y mi cuerpo digamos que sufrió una ligera hinchazón, nada de qué preocuparse. Termino el año tristemente con un par de kilitos de más, de los que me ocuparé a partir del día de hoy en el que oficialmente regreso a la vida laboral y a los entrenamientos "como si no hubiera pasado nada". No quise limitarme en las fiestas decembrinas y ahí están las consecuencias, pero lejos de preocuparme me ocuparé.
Termino también con la Carrera San Silvestre, no auguro mucho en esta ocasión únicamente por una gripa mounstrosa que no me ha dejado en paz desde hace unos días (en honor a la verdad, esta es mi "gripa post-maratón", pero me la venía guardando desde el 28 de octubre así que la tos llegó bastante recargada). Solo la correré para divertirme, me voy a poner una camiseta de algún maratón o medio maratón que haya corrido en 2015 y aprovecharé para darle gracias a Dios por todo lo que me permitió experimentar en el año, no solo en términos de correr sino en general.
Espero que el 2016 sea tan bueno como fue el 2015, pero tendré el reto de lograr entrenar de forma constante y decente con un horario laboral bastante demandante. Se aceptan sugerencias...
¡Nos vemos el año quentra!
Mi propósito para el 2015 fue correr el Maratón de Berlín en 4:30 horas o menos, y aunque hice una hora más de mi objetivo, no me arrepiento de todo lo que viví y logré en este año.
Este año fue de muchos viajes, personales, laborales y alguno que otro para correr. Corrí en la Ciudad de México, Monterrey, Torreón, Mexicali, Nuevo Laredo, Atlanta, Austin, San Francisco, Paris, Praga y Berlín. No quiero hacer la cuenta de cuántos kilómetros corrí porque seguramente serán menos de lo que debí haber corrido para lograr marcas satisfactorias en todas las carreras, pero les aseguro que tampoco fueron pocos.
Por otro lado, 2 fueron las carreras que más me gustaron: el 21K tarahumara y el medio maratón Nike de San Francisco. Desafortunadamente no podré repetir en 2016 ninguna de las dos carreras, pero se queda pendiente el 21K tarahumara para el 2017, y el medio maratón Nike cuando la franquicia vuelva a San Francisco (ver comunicado aquí: http://www.runnersworld.com/races/nike-womens-half-marathon-series-drops-san-francisco-race-for-2016?cid=soc_Runner%27s%20World%20-%20RunnersWorld_FBPAGE_Runner%E2%80%99s%20World__News_Races).
Los últimos meses de este año mi ánimo se desinfló, y mi cuerpo digamos que sufrió una ligera hinchazón, nada de qué preocuparse. Termino el año tristemente con un par de kilitos de más, de los que me ocuparé a partir del día de hoy en el que oficialmente regreso a la vida laboral y a los entrenamientos "como si no hubiera pasado nada". No quise limitarme en las fiestas decembrinas y ahí están las consecuencias, pero lejos de preocuparme me ocuparé.
Termino también con la Carrera San Silvestre, no auguro mucho en esta ocasión únicamente por una gripa mounstrosa que no me ha dejado en paz desde hace unos días (en honor a la verdad, esta es mi "gripa post-maratón", pero me la venía guardando desde el 28 de octubre así que la tos llegó bastante recargada). Solo la correré para divertirme, me voy a poner una camiseta de algún maratón o medio maratón que haya corrido en 2015 y aprovecharé para darle gracias a Dios por todo lo que me permitió experimentar en el año, no solo en términos de correr sino en general.
Espero que el 2016 sea tan bueno como fue el 2015, pero tendré el reto de lograr entrenar de forma constante y decente con un horario laboral bastante demandante. Se aceptan sugerencias...
¡Nos vemos el año quentra!
martes, 15 de diciembre de 2015
El Blues del Esclavo
Hace algunas semanas me dio "runner's blues". No quería salir a correr, me costaba demasiado trabajo solamente pensar en eso. Después de casi 8 años corriendo y con 4 maratones y muchos muchos medios maratones encima, lo he sentido por primera vez. No está padre.
Cuando empezamos a correr todo el color de rosa, cruzar las primeras metas, los primeros récords personales, pasar horas en la tienda deportiva escogiendo unos tenis, enamorarnos hasta de un top que nos cuesta casi lo mismo que los tenis. Pero con el tiempo empezamos a ver la parte real de correr: las lesiones, ampollas, rozaduras, uñas negras, y hasta la falta de motivación.
Todo esto me ha pasado a mí y lejos de deprimirme o sentirme mal por tener esos sentimientos de culpa por no correr, creo que debo tomarlos positivamente y sentirme aún más corredora.
Hoy ya no tengo ese runner's blues pero tampoco he podido entrenar como me gustaría, tanto por las fechas como por un par de viajes y salidas que he tenido. No le voy a echar la culpa a las fiestas decembrinas, pero el tráfico, la carga de trabajo en mi nuevo puesto, y el cansancio que me genera el tener que viajar, no me ha permitido seguir una rutina constante. Lo bueno es que la semana pasada, bien o mal, entrené 3 días.
Con esta semana, estoy a 9 semanas de mi primer medio maratón del 2016. Tengo buen tiempo para entrenar pero no puedo confiarme. Sabía desde un principio que este cambio de rutina representaría un reto para mí y tengo que afrontarlo.
¿Puede ser que la corrida se convierta en una esclavitud? De repente me siento mal por no entrenar, por no tener en mi calendario un maratón para el 2016, por darme ciertos lujos en esta época del año. Sé que retomar el entrenamiento es difícil después de un descanso pero a veces es necesario.
Haré todo lo posible por mantener el plan de entrenamiento durante las semanas más caóticas del año, y volver a escribir en este blog es un muy buen inicio para seguir motivada. Como lo he dicho siempre, diciembre es un mes más del año, mi año dura 12 meses así que no desperdiciaré este último mes. Puedo lograr tantas cosas el 31 de diciembre, como las que puedo lograr cualquier otro día del año.
¡A entrenar que se ocupa!
Cuando empezamos a correr todo el color de rosa, cruzar las primeras metas, los primeros récords personales, pasar horas en la tienda deportiva escogiendo unos tenis, enamorarnos hasta de un top que nos cuesta casi lo mismo que los tenis. Pero con el tiempo empezamos a ver la parte real de correr: las lesiones, ampollas, rozaduras, uñas negras, y hasta la falta de motivación.
Todo esto me ha pasado a mí y lejos de deprimirme o sentirme mal por tener esos sentimientos de culpa por no correr, creo que debo tomarlos positivamente y sentirme aún más corredora.
Hoy ya no tengo ese runner's blues pero tampoco he podido entrenar como me gustaría, tanto por las fechas como por un par de viajes y salidas que he tenido. No le voy a echar la culpa a las fiestas decembrinas, pero el tráfico, la carga de trabajo en mi nuevo puesto, y el cansancio que me genera el tener que viajar, no me ha permitido seguir una rutina constante. Lo bueno es que la semana pasada, bien o mal, entrené 3 días.
Con esta semana, estoy a 9 semanas de mi primer medio maratón del 2016. Tengo buen tiempo para entrenar pero no puedo confiarme. Sabía desde un principio que este cambio de rutina representaría un reto para mí y tengo que afrontarlo.
¿Puede ser que la corrida se convierta en una esclavitud? De repente me siento mal por no entrenar, por no tener en mi calendario un maratón para el 2016, por darme ciertos lujos en esta época del año. Sé que retomar el entrenamiento es difícil después de un descanso pero a veces es necesario.
Haré todo lo posible por mantener el plan de entrenamiento durante las semanas más caóticas del año, y volver a escribir en este blog es un muy buen inicio para seguir motivada. Como lo he dicho siempre, diciembre es un mes más del año, mi año dura 12 meses así que no desperdiciaré este último mes. Puedo lograr tantas cosas el 31 de diciembre, como las que puedo lograr cualquier otro día del año.
¡A entrenar que se ocupa!
lunes, 16 de noviembre de 2015
El Abandonado
Después de casi un mes sin escribir absolutamente nada en este blog, creo que es tiempo de regresar. No por no escribir quiere decir que no he entrenado, pero la realidad es que lo he hecho poco.
Regresando de San Francisco me tomé una semana de descanso total, después tuve dos semanas de entrenamiento itinerante y finalmente la semana pasada fue otra vez de descanso total, pero esta vez no por fatiga sino porque hacía mucho tiempo que no tomaba una semana de vacaciones de todo.
A partir de mañana estaré empezando una nueva etapa laboral, y tendré que cambiar mis horarios radicalmente para poder cumplir con mis obligaciones y responsabilidades en el trabajo. Esto significa que las mañanas será el único momento del día en donde podré entrenar, más reto aún para terminar el año. Si dentro de esto tengo que inscribirme a un maratón para disciplinarme y obligarme a recorrer las pistas, ya veré cómo lo resuelvo.
Para este año ya no queda casi nada por correr, el domingo tengo una carrera-peregrinación de 10 kilómetros a la Basílica de Guadalupe, y el 31 de diciembre tengo la Carrera San Silvestre. Esta última servirá para medirme pues hace dos años la corrí en aproximadamente 1:14 (estaba totalmente oxidada por no correr absolutamente nada desde el 13 de octubre que corrí el Maratón de Chicago hasta ese día) y el año pasado hice 1:10. En las fotos del año pasado me veo mucho más gorda que ahora, pero aún así tendré que estar "a dieta" y no bajarle al entrenamiento de las próximas semanas, para poder hacer entre 1:03 y 1:05. ¿Podré lograr esto en noviembre y diciembre?
¡A entrenar que se ocupa!
Regresando de San Francisco me tomé una semana de descanso total, después tuve dos semanas de entrenamiento itinerante y finalmente la semana pasada fue otra vez de descanso total, pero esta vez no por fatiga sino porque hacía mucho tiempo que no tomaba una semana de vacaciones de todo.
A partir de mañana estaré empezando una nueva etapa laboral, y tendré que cambiar mis horarios radicalmente para poder cumplir con mis obligaciones y responsabilidades en el trabajo. Esto significa que las mañanas será el único momento del día en donde podré entrenar, más reto aún para terminar el año. Si dentro de esto tengo que inscribirme a un maratón para disciplinarme y obligarme a recorrer las pistas, ya veré cómo lo resuelvo.
Para este año ya no queda casi nada por correr, el domingo tengo una carrera-peregrinación de 10 kilómetros a la Basílica de Guadalupe, y el 31 de diciembre tengo la Carrera San Silvestre. Esta última servirá para medirme pues hace dos años la corrí en aproximadamente 1:14 (estaba totalmente oxidada por no correr absolutamente nada desde el 13 de octubre que corrí el Maratón de Chicago hasta ese día) y el año pasado hice 1:10. En las fotos del año pasado me veo mucho más gorda que ahora, pero aún así tendré que estar "a dieta" y no bajarle al entrenamiento de las próximas semanas, para poder hacer entre 1:03 y 1:05. ¿Podré lograr esto en noviembre y diciembre?
¡A entrenar que se ocupa!
lunes, 19 de octubre de 2015
I Left my Heart in San Francisco
Amo San Francisco, este viaje, desde antes de la experiencia del medio maratón, me confirmó que es mi ciudad favorita de EEUU, y una de mis favoritas en el mundo. Una vez dicho esto, pueden imaginar que correr en una de mis ciudades favoritas ha sido un inmenso placer.
Todo empezó hace algunos años, cuando una amiga de Monterrey me dijo que "hay un maratón en San Francisco con una ruta tan cabrona, que al final en lugar de medalla te dan un collar Tiffany". Eso fue hace como 6 años, cuando el evento era maratón completo. Nunca pensé en correrlo pues ni la ruta ni el collar me llamaban la atención, además en aquel entonces yo no corría maratones, solo medios y los fáciles.
Pero a principios de este año corrí mi primera carrera de puras mujeres, también organizada por Nike y parte del serial de medios maratones que esa empresa organiza alrededor del mundo. La carrera me gustó, estuvo bien organizada y con una energía femenil que no sonaba a cursi en ningún momento, aunque la ruta era la más difícil que hubiese corrido en cualquier evento, hasta el domingo pasado. Aquí la reseña de ese medio maratón: http://lilianarunning.blogspot.com/2015/04/you-make-me-feel-like-natural-woman.html.
Un día viendo Facebook me di cuenta de que empezaría la rifa para el Nike Women's Half Marathon San Francisco, vi el calendario y me di cuenta que eso sería 3 semanas después de mi maratón. No iba a tener ni vacaciones, ni dinero ni energías, pero me acordé el collar/medalla y decidí inscribirme a la ruta. Un par de semanas después, un correo de Banamex me indicaba que habían hecho un cargo por 200 dólares a mi tarjeta de crédito, en ese momento empecé a ver vuelos y hoteles, estaba dentro...
Mis últimas semanas habían sido un derroche de entusiasmo por el Maratón de Berlín, por lo que me daba hasta flojera correr un medio maratón a escasas 3 semanas de ese suceso y tenía nulas ganas de entrenar distancia. El viaje ya estaba planeado y juré correr/caminar el medio maratón con CERO pretensiones de tiempo. Pensé que en esta carrera "vería correr" a las demás mujeres que la correrían, y que me iba a servir de inspiración para los retos que vinieran enfrente. Fue todo lo contrario...
No había expo, solo entrega de paquetes en donde te daban tu número, 4 clips y una camiseta tipo "tank top", punto.
Un día antes del medio maratón había un trote de preparación, corrimos 2 millas por algunas calles de San Francisco, y me sirvió para comprar en un pequeño stand muchos paquetes de Nuun que no venden en EEUU. Aquí foto con un termo de Nuun, el paraíso hecho bebida:
Todo empezó hace algunos años, cuando una amiga de Monterrey me dijo que "hay un maratón en San Francisco con una ruta tan cabrona, que al final en lugar de medalla te dan un collar Tiffany". Eso fue hace como 6 años, cuando el evento era maratón completo. Nunca pensé en correrlo pues ni la ruta ni el collar me llamaban la atención, además en aquel entonces yo no corría maratones, solo medios y los fáciles.
Pero a principios de este año corrí mi primera carrera de puras mujeres, también organizada por Nike y parte del serial de medios maratones que esa empresa organiza alrededor del mundo. La carrera me gustó, estuvo bien organizada y con una energía femenil que no sonaba a cursi en ningún momento, aunque la ruta era la más difícil que hubiese corrido en cualquier evento, hasta el domingo pasado. Aquí la reseña de ese medio maratón: http://lilianarunning.blogspot.com/2015/04/you-make-me-feel-like-natural-woman.html.
Un día viendo Facebook me di cuenta de que empezaría la rifa para el Nike Women's Half Marathon San Francisco, vi el calendario y me di cuenta que eso sería 3 semanas después de mi maratón. No iba a tener ni vacaciones, ni dinero ni energías, pero me acordé el collar/medalla y decidí inscribirme a la ruta. Un par de semanas después, un correo de Banamex me indicaba que habían hecho un cargo por 200 dólares a mi tarjeta de crédito, en ese momento empecé a ver vuelos y hoteles, estaba dentro...
Mis últimas semanas habían sido un derroche de entusiasmo por el Maratón de Berlín, por lo que me daba hasta flojera correr un medio maratón a escasas 3 semanas de ese suceso y tenía nulas ganas de entrenar distancia. El viaje ya estaba planeado y juré correr/caminar el medio maratón con CERO pretensiones de tiempo. Pensé que en esta carrera "vería correr" a las demás mujeres que la correrían, y que me iba a servir de inspiración para los retos que vinieran enfrente. Fue todo lo contrario...
No había expo, solo entrega de paquetes en donde te daban tu número, 4 clips y una camiseta tipo "tank top", punto.
Un día antes del medio maratón había un trote de preparación, corrimos 2 millas por algunas calles de San Francisco, y me sirvió para comprar en un pequeño stand muchos paquetes de Nuun que no venden en EEUU. Aquí foto con un termo de Nuun, el paraíso hecho bebida:
La mañana del medio maratón me desperté tranquila y con ánimos de disfrutar la ciudad, la ruta y la gente. La carrera se me fue como agua, me pareció pesada porque, aunque no les guste que hablemos de este tema, la mañana del evento descubrí que era "aún más mujer que el resto de los días del mes", qué mala suerte la mía. No solo por la ruta retadora, por pararnos a tomar fotos al menos 10 veces en la ruta, las paradas al baño con los nervios de la regla y el paso todavía de recuperación del maratón, esta ha sido y sin duda será la carrera más lenta de mi vida. Pero como dije arriba, yo quería ver correr y lo que sucedió fue que tomé un paseo por San Francisco corriendo y disfrutando el paisaje.
Sin duda es una carrera a la que, si pudiera, volvería cada año. Me encantó la ruta, la energía de la gente, el reto, la medalla, la camiseta, el termo, ¡todo! Fue una experiencia que refuerza mi gusto por correr y que me hace querer seguir haciéndolo solo para poder volver el año siguiente.
De verdad, si algún día tienen oportunidad de correr esta carrera no se la pierdan, aquí unas fotos:
La verdad la altimetría se ve peor de lo que está...
Con mi papá, que me acompañó al viaje
Y pues corrí la subidota completa así que me merecía esta foto
The Golden Gate and I
I have a Tiffany!!! Por fin una medalla que me puedo llevar a la oficina
Con este evento cierro mi ciclo de entrenamientos y carreras del 2015, seguiré corriendo con paso tranquilo y sin presiones durante algunas semanas, y pronto retomaré la preparación para mi siguiente carrera que es el Medio Maratón de Austin el 14 de febrero de 2016, y voy por 2:15 o menos...
martes, 13 de octubre de 2015
I Should Have Known Better
El domingo pasado sucedieron 2 eventos durante el 21K Regio. Seguro sucedieron más, pero mis redes sociales destacaron dos:
1. Le quitaron el primer lugar de su categoría a la coach Lili Figueroa. Un hombre corrió con el número de una mujer que se había inscrito en la misma categoría que Lili, así que Lili quedó en segundo, cuando en realidad le tocaba el trofeo de primer lugar.
2. Se acabaron los abastecimientos a partir del kilómetro 15-17, en realidad hubo muchas quejas de los abastecimientos pero destaca el hecho que la propia organización del evento asegura que hubo al menos 500 corredores sin número. No es que por esto se hayan terminado los abastecimientos, pero obviamente si hay colados en la carrera habrá menos abastecimientos para los que sí se inscribieron.
Mucha gente se quejó de la organización de esa carrera pero creo que además de eso debemos quejarnos de nosotros mismos, pues hemos dejado de tomarnos en serio las carreras.
Tras mi participación en el Maratón de Berlín (y ver en la expo los stands de otros maratones que tienen la insignia oro), me di cuenta de que el Maratón de la Ciudad de México jamás estará a nivel oro si la organización sigue propiciando y permitiendo varias conductas que no se ven en otras partes del mundo. Esto se refiere a corredores que corren (corremos, me incluyo) la mitad de la ruta, corredores sin número, corredores que toman la medalla sin haber recorrido toda la distancia y así salen exhibiéndose en la revista del maratón. Me podrán decir "es que no se puede comparar Berlín con México", pero no es cierto pues al final de cuentas el objetivo del maratón de México es tener la misma insignia que el de Berlín, así que la comparación es necesaria.
Hace algunos meses había escrito mi opinión sobre algunas de estas conductas (la pueden leer aquí; http://lilianarunning.blogspot.mx/2015/05/la-trampa.html), pero ahora me retracto pues creo que es momento de tomarle seriedad a las carreras. Una carrera no es un entrenamiento, aunque es muy difícil llegar bien preparado, sin lesiones y ánimos a una carrera a la que nos inscribimos 4, 6 u 8 meses atrás, es posible hacerlo, si no ¿cómo es que a Chicago, Nueva York, Berlín y Boston se inscribe la gente con casi un año de anticipación? ¿Por qué no le damos esa misma seriedad al maratón de nuestra ciudad?
No dejemos que la flexibilización que le han dado los organizadores a las carreras en México nos haga perderles el respeto a las mismas, nosotros los corredores somos en parte responsables de que nuestras carreras y maratones sean cada vez mejores.
Después de haberme colado por 32 kilómetros al Maratón de la Ciudad de México, y después de haber visto lo que se requiere en infraestructura y civilidad para llegar a la insignia oro, me arrepiento de haber hecho lo primero. Yo quiero que el maratón de esta ciudad sea insignia oro, y creo que ayudo más a que eso suceda si ocupo un lugar menos en la masa de gente que no correrá la distancia completa, que lo corran los que lo entrenaron, los demás a echar porras o a correr al parque...
¿Quién más se suma a esta causa?
1. Le quitaron el primer lugar de su categoría a la coach Lili Figueroa. Un hombre corrió con el número de una mujer que se había inscrito en la misma categoría que Lili, así que Lili quedó en segundo, cuando en realidad le tocaba el trofeo de primer lugar.
2. Se acabaron los abastecimientos a partir del kilómetro 15-17, en realidad hubo muchas quejas de los abastecimientos pero destaca el hecho que la propia organización del evento asegura que hubo al menos 500 corredores sin número. No es que por esto se hayan terminado los abastecimientos, pero obviamente si hay colados en la carrera habrá menos abastecimientos para los que sí se inscribieron.
Mucha gente se quejó de la organización de esa carrera pero creo que además de eso debemos quejarnos de nosotros mismos, pues hemos dejado de tomarnos en serio las carreras.
Tras mi participación en el Maratón de Berlín (y ver en la expo los stands de otros maratones que tienen la insignia oro), me di cuenta de que el Maratón de la Ciudad de México jamás estará a nivel oro si la organización sigue propiciando y permitiendo varias conductas que no se ven en otras partes del mundo. Esto se refiere a corredores que corren (corremos, me incluyo) la mitad de la ruta, corredores sin número, corredores que toman la medalla sin haber recorrido toda la distancia y así salen exhibiéndose en la revista del maratón. Me podrán decir "es que no se puede comparar Berlín con México", pero no es cierto pues al final de cuentas el objetivo del maratón de México es tener la misma insignia que el de Berlín, así que la comparación es necesaria.
Hace algunos meses había escrito mi opinión sobre algunas de estas conductas (la pueden leer aquí; http://lilianarunning.blogspot.mx/2015/05/la-trampa.html), pero ahora me retracto pues creo que es momento de tomarle seriedad a las carreras. Una carrera no es un entrenamiento, aunque es muy difícil llegar bien preparado, sin lesiones y ánimos a una carrera a la que nos inscribimos 4, 6 u 8 meses atrás, es posible hacerlo, si no ¿cómo es que a Chicago, Nueva York, Berlín y Boston se inscribe la gente con casi un año de anticipación? ¿Por qué no le damos esa misma seriedad al maratón de nuestra ciudad?
No dejemos que la flexibilización que le han dado los organizadores a las carreras en México nos haga perderles el respeto a las mismas, nosotros los corredores somos en parte responsables de que nuestras carreras y maratones sean cada vez mejores.
Después de haberme colado por 32 kilómetros al Maratón de la Ciudad de México, y después de haber visto lo que se requiere en infraestructura y civilidad para llegar a la insignia oro, me arrepiento de haber hecho lo primero. Yo quiero que el maratón de esta ciudad sea insignia oro, y creo que ayudo más a que eso suceda si ocupo un lugar menos en la masa de gente que no correrá la distancia completa, que lo corran los que lo entrenaron, los demás a echar porras o a correr al parque...
¿Quién más se suma a esta causa?
miércoles, 7 de octubre de 2015
Zoo Station
Para alejarme un poquito del tema deportivo, y a solicitud de mi amigo Rodolfo Robles, voy a hacer en esta publicación una pequeña reseña del concierto de U2.
Obviamente la razón principal de nuestro viaje fue el Maratón de Berlín pues desde el año pasado me habían mandado la feliz noticia de que había quedado en la rifa. Sin embargo, como sabíamos que U2 estaría de gira por Europa en esos meses, vimos si sería posible verlos y resultó que el plan era perfecto; el concierto era jueves y viernes, y el maratón el domingo.
Siempre cuando viajamos Joe y yo vemos qué conciertos hay cerca de donde vamos a estar. Esta es la primera vez que tengo suerte con un concierto antes de un maratón, pues un día antes del Maratón de Austin en el 2012 estaban Los Campesinos! en concierto en un bar del centro, y un día antes del Maratón de Nueva York estaría Fleetwood Mac (sí, Fleetwood Mac, leyó bien) cerca de Nueva York.
Había corrido el rumor que U2 ofrecería 2 conciertos diferentes en cada ciudad y que a eso obedecía que todas las fechas eran dobles, así que intentamos conseguir boletos para el jueves y el viernes para no nos perdernos ningún detalle. Nuestros esfuerzos por conseguir boletos para el viernes fueron totalmente en vano, además de que los precios de reventa estaban muy elevados, así que solo iríamos el jueves. Finalmente era falso lo de los conciertos dobles así que no gastamos tanto.
Llegamos a Berlin el día del concierto, comimos y nos fuimos hacia la Arena Mercedez Benz (antes O2). Por poco llegamos tarde pues no encontrábamos taxi. Finalmente el concierto empezó casi una hora después de lo que decía en el boleto, y como no había telonero, empezamos directamente con U2.
El escenario ya lo conocen, en la parte de atrás es un escenario común y corriente con una pasarela larga y una plataforma circular en la parte de enfrente, tiene también una pantalla gigante que proyecta videos hacia los lados. Quienes tienen su lugar frente al escenario o atrás no ven completa la pantalla, tampoco quienes están en cancha pues la pantalla sube y baja y en momentos está muy arriba. Los mejores lugares para ver el concierto son de lado, a la mitad de altura.
Nuestros lugares estaban en la primera fila pero atrás del escenario, así que les vimos el trasero a los 4 integrantes durante todo el concierto, literalmente les estábamos oliendo los pedos. Un par de veces se asomaron Bono, The Edge y Adam Clayon (Larry no por obvias razones) a saludar hacia nuestra sección. Esto puede verse del lado bueno o malo, lo bueno es que nunca los habíamos visto tan cerca y quizás nunca más los podamos ver a esta distancia, lo malo es que solo les vimos las caras un par de veces, no pudimos ver bien todo el show de la pantalla, y parte del concierto fue en la parte del frente que entonces sí nos quedaba muy lejos.
El setlist fue el siguiente (cortesía de setlist.fm):
Obviamente la razón principal de nuestro viaje fue el Maratón de Berlín pues desde el año pasado me habían mandado la feliz noticia de que había quedado en la rifa. Sin embargo, como sabíamos que U2 estaría de gira por Europa en esos meses, vimos si sería posible verlos y resultó que el plan era perfecto; el concierto era jueves y viernes, y el maratón el domingo.
Siempre cuando viajamos Joe y yo vemos qué conciertos hay cerca de donde vamos a estar. Esta es la primera vez que tengo suerte con un concierto antes de un maratón, pues un día antes del Maratón de Austin en el 2012 estaban Los Campesinos! en concierto en un bar del centro, y un día antes del Maratón de Nueva York estaría Fleetwood Mac (sí, Fleetwood Mac, leyó bien) cerca de Nueva York.
Había corrido el rumor que U2 ofrecería 2 conciertos diferentes en cada ciudad y que a eso obedecía que todas las fechas eran dobles, así que intentamos conseguir boletos para el jueves y el viernes para no nos perdernos ningún detalle. Nuestros esfuerzos por conseguir boletos para el viernes fueron totalmente en vano, además de que los precios de reventa estaban muy elevados, así que solo iríamos el jueves. Finalmente era falso lo de los conciertos dobles así que no gastamos tanto.
Llegamos a Berlin el día del concierto, comimos y nos fuimos hacia la Arena Mercedez Benz (antes O2). Por poco llegamos tarde pues no encontrábamos taxi. Finalmente el concierto empezó casi una hora después de lo que decía en el boleto, y como no había telonero, empezamos directamente con U2.
El escenario ya lo conocen, en la parte de atrás es un escenario común y corriente con una pasarela larga y una plataforma circular en la parte de enfrente, tiene también una pantalla gigante que proyecta videos hacia los lados. Quienes tienen su lugar frente al escenario o atrás no ven completa la pantalla, tampoco quienes están en cancha pues la pantalla sube y baja y en momentos está muy arriba. Los mejores lugares para ver el concierto son de lado, a la mitad de altura.
Nuestros lugares estaban en la primera fila pero atrás del escenario, así que les vimos el trasero a los 4 integrantes durante todo el concierto, literalmente les estábamos oliendo los pedos. Un par de veces se asomaron Bono, The Edge y Adam Clayon (Larry no por obvias razones) a saludar hacia nuestra sección. Esto puede verse del lado bueno o malo, lo bueno es que nunca los habíamos visto tan cerca y quizás nunca más los podamos ver a esta distancia, lo malo es que solo les vimos las caras un par de veces, no pudimos ver bien todo el show de la pantalla, y parte del concierto fue en la parte del frente que entonces sí nos quedaba muy lejos.
El setlist fue el siguiente (cortesía de setlist.fm):
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(Patti Smith song)
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(with "Do You Remember Rock 'n' Roll Radio" snippet)
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(acoustic without final verse,… more )
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(with "Psalm 23" snippet)
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(Remix)
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(Fish out of Water Remix)
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(First time live since 2006)
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(with "Burning Down the House" snippet)
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(restarted due to Bono and The… more )
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(with "Ode to Joy" & "19" snippet)
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(second part of song, with synthesizers)
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(with "California (There Is No… more )
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- Encore:
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(with Stephen Hawking speech intro)
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(with "Ultraviolet (Light My Way)" snippet)
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(Preceded by 'Mother and Child… more )
Ningún concierto de U2 es perfecto, al ser la banda más popular del mundo es prácticamente imposible estar en un lugar donde el concierto sea 100% disfrutable, sin pagar miles de pesos. Sin embargo, me gustó mucho el concierto, el setlist me pareció bien, y siempre será un placer verlos tocar en vivo.
Por lo que entendí, el concierto empieza en la habitación de un adolescente que, tras escuchar a The Ramones, empieza a experimentar con su música hasta ser la banda que ahora son. Quizás Vertigo se concibió como idea en ese entonces y es por eso que es la tercera canción del setlist, o tal vez lo único que Bono sentía en ese entones era vértigo, quien sabe.
Conforme avanza el concierto, se puede ir viendo una evolución, no tanto en la música sino en el crecimiento de U2 como banda, hasta llegar a Until the End of the World y varias otras canciones de Achtung Baby, su obra maestra. Solo quienes no conocen realmente a U2 pueden decir que fue un mal concierto, pues no hay forma de que así lo sea si cantaron 5 canciones de Achtung Baby.
Al final, y tras la difusión de la causa social del momento (no con tanto punch como en otras ocasiones, aunque ahí les encargo si en lugar de Siria hubieran puesto las fotos de los 43, "vivos se los llevaron, vivos los queremos"), llegamos a 6 de sus mejores canciones, las que los han hecho U2, tocadas en un escenario que ni gira, ni tiene un limón, ni una pasarela de corazón, ni parece un cohete espacial, era solo U2 siendo una banda más, dando a entender que al final, a pesar de ser la banda más popular del planeta, no siguen siendo mas que una banda de rock/pop.
Mucha gente se ha quejado de que el setlist no ha sido el mejor de U2, de que la energía de la banda ya no es la de antes, y de que se les ve y siente cansados. Es evidente que los señores estén cansados si ya están rozando su sexta década de vida. Tampoco ayuda que los europeos son mucho menos efusivos que los latinos, y que los precios de los boletos eran muy elevados por lo que las expectativas eran muy altas (con esos precios mas les valía cantar Bad, Miracle Drug, The Troubles, Kite y Stay); pero lo que sí es que disfrutamos muchísimo el concierto, vaya, hasta One me gustó...
No cantaron las 2 canciones que más me gustan del nuevo disco, Volcano y The Troubles. Regresando a México las buscamos en You Tube para al menos verlas en vivo por ese medio, y la realidad es que no prenden nada, así que veo justificación en dejarlas fuera del setlist.
Un par de días después, en el maratón, con mucha alegría escuché las 3 o 4 canciones de U2 que traigo en mi playlist, incluyendo Pride, la que a mi gusto fue la mejor del concierto...
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